Elegancia auténtica: entre el estilo innato y la construcción consciente o la exclusividad
- Michele Trancoso
- 26 sept
- 3 Min. de lectura
La elegancia no es sinónimo de lujo ni de sofisticación exagerada. Es el resultado de una comunicación no verbal eficaz: una imagen que refleja autenticidad, confianza y contexto.
La elegancia como estilo primordial
En consultoría de imagen, el Estilo Elegante es uno de los siete estilos universales descritos por Alyce Parsons. Cuando predomina, se traduce en una imagen naturalmente refinada y sofisticada. Quienes lo poseen como estilo principal transmiten elegancia con naturalidad: incluso con una camiseta sencilla, la postura, los gestos y la elección de prendas armoniosas transmiten refinamiento. Es como si la elegancia fuera innata, arraigada en la forma de presentarse.

Elegancia construida: el resultado de una comunicación no verbal eficiente
Pero también existe una elegancia construida , accesible para todos. Surge de la alineación entre:
Autenticidad : vestirse acorde a tu identidad.
Seguridad : sentirse cómodo y coherente con lo que vistes.
Adaptarse al contexto (dress code) : adaptarse a las exigencias sociales y profesionales sin perder la esencia.
Este proceso está respaldado por estudios de comunicación no verbal , que muestran cómo la vestimenta influye en las percepciones de credibilidad, competencia y cercanía social, independientemente del valor de la ropa (Hester et al., 2023 ).
Incluso quienes tienen el Estilo Elegante como su principal habilidad deben ser conscientes de esto. Después de todo, la elegancia no es sinónimo de sofisticación . Es el resultado de una comunicación no verbal adecuada. Una sofisticación excesiva, que no se corresponde con la esencia de la persona ni con el contexto, puede transmitir artificialidad, afectación e incluso falta de naturalidad.
Cuando la sofisticación se vuelve exceso
La psicología de la estética señala que la coherencia y la simplicidad son claves para la percepción de la elegancia ( Hekkert, 2006 ). Por lo tanto, el refinamiento excesivo, que choca con la autenticidad y el contexto, tiende a generar el efecto contrario: transmite ostentación, elitismo o incluso desconexión.
El falso concepto de elegancia en el lujo y la ostentación
La industria del lujo suele asociar la elegancia con la exclusividad, la etiqueta y el estatus. Pero exhibir un alto nivel de vida no garantiza una comunicación elegante.
En términos de comunicación visual, la ostentación puede percibirse como un exceso de estímulos y transmitir exactamente lo opuesto a la elegancia: una falta de naturalidad y una inseguridad camuflada por símbolos externos.
Mi diferencia en la construcción de la elegancia
En mi consultoría, combino altos conocimientos técnicos (análisis de estilo, visagismo, coloración personal) con un enfoque humano y acogedor.
Sin juicios: cada cliente tiene su propio viaje único.
Sin imposiciones: trabajamos juntos en la búsqueda de la autenticidad.
Sin exposición: mantengo un perfil bajo , asegurando la privacidad y la libertad en el proceso.
Conclusión
La elegancia puede ser innata para quienes predominan en el estilo elegante. Pero también puede (y debe) construirse conscientemente , como resultado de una comunicación no verbal eficaz.
➡️ La elegancia no es estilo de vida ni ostentación: es autenticidad, idoneidad y confianza traducidas en imagen.
Referencias académicas y teóricas
Hester, N., Jones, B. y Stolier, R. (2023). La vestimenta es un componente fundamental de la percepción de las personas. PNAS Nexus. Disponible en: pmc.ncbi.nlm.nih.gov
Hekkert, P. (2006). Estética del diseño: Principios del placer en el diseño de productos. Psychology Science, 48 (2). Disponible en: ResearchGate.
Adam, H. y Galinsky, A. D. (2012). Cognición encubierta. Journal of Experimental Social Psychology, 48 (4), 918–925. Resumen de: Wikipedia
Semiótica de la vestimenta. Disponible en: Wikipedia



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